Buenos días, Iyalochas, babalochas, oluos ganguleros, y krukoros que se que también van a leer esta circular, que soy como nganga que no tesio.
Disculpen si en la historia del dictador se encuentren faltas de ortografías, o hayan demasiadas letras, pero es que estaba escribiendo con mucho coraje, por las tantas quejas que me mandan de este señor, quiero dejar aclarado esta situación, saben porque soy así, primeramente, soy de los escritores que doy la cara, doy mi nombre y numero de teléfono, no soy como esos que escriben cobardemente, no soy como esos gallaratas de agua sucia que escriben sin numero de teléfono para que le reclamen.
De mi han difamado cobardemente, hasta el extremo que han enfermado personas que me quieren. Hasta el punto que han regado bolas que habían matado envidiosos, ntufos de alcantarillas, tiñosas nocturnas, entonces lectores ustedes no saben como se pusieron mis familiares en Cuba y otros decían que me deportaron, entonces digan ustedes religiosos como puedo estar con todas estas gallaruzas, que se esconden tras una cortina y las puertas cerradas para hacer sus asquerosidades. Por eso yo no entiendo que como los padrinos vayan hablar mal de un ahijado, si para los padres los hijos no tienen defectos, entonces como estos kalafias, faltas de respeto quieran poner correctivo en casa ajena, desde que salio mi primer libro en año 2000 viene esta guerra, sin pedirle nada a nadie, imagínense usted lectores si les llegase a pedir al a estos títeres como seria mi vida.
(Para todos esos habladores críticos sin ética que llevo 31 años y no tengo antes ni después lo que tengo es futro) ya lo dije respeto a quien me respete y al que no lo coge la rueda de mis archivos y lo saco a la luz publica, porque escribo sin miedo de que me vean
Todo el mundo sabe que soy un defensor de las religiones africanas y de las victimas que han caído en malas manos, lo mas jodio de todo es que nos generalizan y yo si no tengo la culpa, de lo que haga un mequetrefe saben.
El mundo sabe muy bien, que siempre he vivido en California, ahora que me la pase viajando eso es producto de mi literatura. También comprendo que la fama provoca envidia. Por eso escribí un libro titulado (“No te mueras hoy para que veas cosas”).
No creo en ese cuento que dice (así que un chino cayó en un poso y las tripas se le hicieron agua)
Nunca he sido una persona egoísta, pero todos los que se han pasado de listo lo he dejado botado, no le envidio nada a nadie y eso lo sabe el mundo entero, (por qué es mía la dignidad de saber vivir sin nada). domingo@entuala-kongo.org.
Domingo B. Lage
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